Respiración en las artes marciales
Todos
los procesos de la vida están relacionados a procesos de oxidación y reducción.
Cada célula de nuestro cuerpo depende de la sangre para su provisión de
oxígeno. La cantidad de oxígeno en la sangre que circula por las arterias,
determina la vitalidad y la salud de esas células, ya que esas condiciones
dependen del aporte de oxígeno a través de la sangre. Si la respiración es
defectuosa, no se oxigena bien la sangre. El proceso respiratorio, por otro
lado, también estimula los procesos eléctricos de cada una de las células.
Se
necesitan tres elementos fundamentales para conservar la vida: el agua, el aire
y los alimentos. El carácter vital de la respiración está dado por el siguiente
hecho: podemos vivir durante semanas sin alimentos sólidos; sin líquidos
durante días, pero bastan unos minutos sin oxígeno para hacernos perder la
vida. Tal la importancia básica de la RESPIRACIÓN.
Taisen
Deshimaru, el eminente maestro Zen, enfatizó en su libro “Zen y Artes Marciales”
la importancia capital de la exhalación lenta, controlada, y siempre desde el
abdomen, para lo cual recomendaba vivamente la práctica de zazen (meditación
sedente) entre los artistas marciales con el fin de convertir a esta forma de
respiración en un acto inconsciente que puediera ser realizada tanto mientras
dormimos como cuando estamos físicamente activos. Además de sus efectos
relajantes sobre la mente y de la liberación de tensiones en el torso, para el
artista marcial resalta el hecho de que sólo puede atacar o golpear durante la exhalación,
debiendo cubrir los puntos vulnerables durante la inhalación, momento en que
nuestra debilidad siempre resulta accesible en cualquier defensa.
Una inadecuada inhalación puede resultar especialmente peligrosa para el artista marcial que
no respira desde el abdomen o hara. Una toma de aliento demasiado “alta” en el
cuerpo redirige la atención alejándola de un centro de gravedad bajo y estable,
lo cual es cuanto precisa nuestro oponente para desestabilizar nuestro balance.
Recibir
un golpe en el pecho o en el abdomen durante la inhalación puede producir el
desastroso efecto de incapacitar las señales mecánicas de la respiración, lo que
comúnmente conocemos como “sacar el aire de los pulmones”; mientras que
exhalar, al tiempo que se ejecuta un golpe tensando los músculos abdominales,
reduce este efecto y protege a los órganos vitales.
Golpear
cuando el oponente inhala constituye una simple habilidad táctica de
contraataque. Para aprender a leer esta circunstancia en los demás podemos
basarnos en la observación de nuestra propia respiración, así como en el
equilibrio y lenguaje corporal del adversario. Si concentramos cuidadosamente
nuestra atención, una simple señalcomo el ensanche de las fosas nasales del
contrario antes de un ataque nos informa por adelantado de su ritmo respiratorio,
incluso revelar su carencia de oxígeno. Igualmente, el movimiento de los
hombros o del pecho puede telegrafiar la intención de determinado golpe o, por
la misma razón, representar el inicio de un falso ataque o técnico.
Como
parte del estudio táctico, el estudiante de Ninjutsu, popularmente conocido
como ninja, aprende a respirar silenciosamente y sin genera ningún movimiento
corporal perceptible para poder ocultarse o pasar inadvertido, creando de esta
manera la leyenda de su “invisibilidad”. El guerrero, combatiente o competidor
aprende a sincopar el ritmo respiratorio para confundir al oponente,
previniendo así su posible toma de ventaja sobre los puntos vulnerables.
El
yoga posee un enorme legado de creencias y prácticas de ¿Qué es entonces esta
respiración abdominal o diafragmática? ¿Qué se siente cuando se realiza y cómo
se logra?
Muchos
profesores aluden a ella describiendo el proceso físico que entraña; o sea, dejar que el abdomen se eleve (cuando
nos encontramos en posición horizontal) o se extienda (en posición vertical)
manteniendo el pecho inmóvil.Sin
embargo, la mayoría de los principiantes encuentran grandes dificultades para
llevar a la práctica estas sugerencias, pues llenan primero los picos
pulmonares y luego tratan de “sacar la panza”.
Aprender
a manejar el diafragma conscientemente es la llave para éste tipo de
respiración. Si imaginamos la cavidad corporal como un jarro que se llena de
aire en vez de agua, nos será fácil visualizar el vertido de aire directamente
al fondo y, en consecuencia, la elevación del nivel hasta que el jarro se
colme.
Nos
resultará de mayor ayuda la imagen mental (por otro lado anatómicamente más precisa)
de un globo con un fondo flácido que se infla en su base y se expande en forma
esférica en todas direcciones. Esta expansión es ligeramente controlada por la
tension abdominal y por el mantenimiento es controlada ligeramente por la
tensión abdominal y por correcto alineamiento de la pelvis, la columna y la
cabeza. Si además sentimos cómo ésta expansión se desarrolla también en la zona
lumbar, lograremos situar en posición adecuada la cavidad abdominal, siendo
éste uno de los principales valores terapéuticos en el uso de los ejercicios
respiratorios para quienes trabajan con la mecánica corporal.
Dicho
esto, el siguiente paso es analizar cómo se infla el “globo” a través de los
conductos oral y nasal. La apertura y cerrado de la boca, manteniendo los
dientes apretados, o la posición de la lengua sobre el paladar, afectará a la
presión del aire y a las condiciones en que circulará, hacia dentro o hacia
afuera, en los pulmones.
La
respiración pasiva y tranquila a través de la nariz, que habitualmente sólo
compromete al área superior de los pulmones, se percibe por la elevación del
pecho y de los hombros. Sin embargo, si echamos cerrando levemente el paladar
contra el fondo de la nariz y la garganta, se crea una resistencia al aire que
fortalecerá el diafragma y nos permitirá controlar el volumen y el movimiento
del aire: para ello sólo tenemos que pensar en cómo tragamos aire o cerramos el
fondo de la nariz cuando nos sumergimos en el agua; luego, relajando la
contracción abdominal, inhalamos abriendo y aflojando la glotis, lo cual permitirá
la expansión de los pulmones hacia abajo y del abdomen hacia afuera que, a lo
sumo, seolo debería ser visible el movimiento de las costillas flotantes
durante la inhalación y la exhalación.
Secretos de las Artes Marciales
•
Desde el inicio de su entrenamiento, el artista marcial aprende a inhalar y a
exhalar de manera que el máximo intercambio gaseoso puede producirse a nivel
celular. El logro de un gran control sobre el mecanismo respiratorio beneficia
la ejecución técnica, el ritmo de los movimientos, la salud en general y la
fortaleza física en las Artes Marciales.
•
Debe hacerse hincapié en la exhalación lenta, que promueve el total vacío
pulmonar de los productos de desecho, prolongando el tiempo en el que el cuerpo
se encuentra en tal situación.
•
Los artistas marciales, por otro lado, trabajan para controlar sus respiraciones
y aumentar la capacidad pulmonar por medio del fortalecimiento y la respuesta
localizada del diafragma.
•
Es esencial que el kiai se forme a partir de la expulsión del aire desde el
área pulmonar más profunda, y bajo el control de los músculos abdominales.
•
Es importante que la actitud mental y el ritmo respiratorio de la meditación zazen
se transladen también al precalentamiento, siendo aquí en donde la coordinación
de la respiración y la actividad física se establecen y sincronizan.
•
A pesar de que los efectos físicos del cuerpo al “cambiar los engranajes” son
totalmente reales, la reacción hacia ellos e influencia en el disfrute y deseo
de continuar entrenando, o más directamente la percepción en la capacidad
corporal por proseguir con dicha tarea es ampliamente mental. El artista
marcial trabaja para reconocer y controlar éste efecto cuerpo-mente, usándolo
en su propia ventaja.
•
La repetición incesante de los kata, que podríamos describir como la práctica
de “pulir el diamante”, permite al estudiante superar las limitaciones físicas
y mentales del entrenamiento para respirar con el espíritu del arte.
•
A través de la concentración en los niveles respiratorios el cerebro adquiere
el foco preciso con que obtener la calma mental, así como también su
inspiración artística.
•
El artista marcial no sólo pone especial cuidado en evitar aire contaminado,
sino que también busca la oportunidade para llenar sus pulmones y espíritu con
aire limpio, oxigenado y energético.
Apartes del Libro:
Artes
Marciales. El Arte Secreto de la Salud y la Buena Forma Física. 2000. Claudio A.
Iedwab, Roxanne L. Standefer. Miraguano Ediciones 272
páginas. España.
Publicado Por:
Carolina Correal Sánchez
Practicante karate Do Shotokan
carocorreals@gmail.com