lunes, 20 de junio de 2011

CLASIFICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE EJECUCION EN KUMITE


DENTO KARATE NO DOJO
BUDOJOKAI
Asociación Shotokan Ryu Kase Ha – Colombia

FLOVER FAMID MEJIA MAGDANIEL

DENTO KARATEDO NO SENSEI
C.N. 3er DAN – SHOTOKAN RYU KASE HA
DOJO BUDOJOKAI
Móvil: 317-7473653
Correo Electrónico:budojokai@gmail.com
Artículos de interés general

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CLASIFICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE EJECUCION EN KUMITE

En el estudio del karatedo y lo que corresponde al área del Kumite (encuentro de manos, mejor conocido como Combate), se deben tener en cuenta principios físicos y mentales importantes al momento de desarrollar y entrenar el kumite (pre-establecido y/o libre), que buscan fortalecer esta faceta del arte marcial.

Para poder ejecutar técnicas de Karate de manera eficaz y poderosa, hay que procurar el control del adversario mentalmente. Esta finalidad solo se puede conseguir mediante el control del cuerpo, de las emociones, la mente dispersa y la voluntad. El autocontrol se adquiere mediante un entrenamiento muy duro que busca desarrollar todo el potencial humano, tanto físico como mental.
Además, hay que intentar “sintonizar” con el adversario, mentalmente y físicamente, con la intención de responder a su técnica con la acción adecuada para contrarrestarla. El dominio del arte de combate, que el practicante de Karate o de cualquier arte marcial desea obtener, requiere el estudio de los elementos que componen la situación de enfrentamiento físico con un adversario, a la búsqueda de la eficacia en la autodefensa, pero con el deseo de no tener que usar nunca esta habilidad. A continuación se explican brevemente los componentes mencionados:
1.- Kyo (pérdida del equilibrio):
Es la oportunidad para la ejecución de la técnica que pueda ser impactada eficientemente en el adversario. Si nos encontramos frente a un adversario en estado de atención y con una posición sólida y “cerrada” (una “guardia” o Kamae); es decir el adversario se encuentra en estado de Jutsu, y en ese estado no lo podemos atacar. Será necesario generar una situación en la que esta solidez se vea comprometida y buscar el desequilibrio físico y/o mental del adversario que haga posible nuestro ataque. Tenemos dos tipos de Kyo:
1.1.- Kyo mental:
1. Emociones inestables: adversario está en Kyo si sus emociones no son estables, es decir, si está nervioso, excitado, etc. Se debe estudiar la táctica adecuada para hacer que el adversario no sea capaz mantener la calma.
2. Pérdida del Ki (energía/poder) mental: Como consecuencia de nuestra actitud, antes incluso de nuestro ataque, el adversario debe perder el espíritu de combate, debe perder el Ki.
3. Atención fijada en un objeto o punto particular: Hay que provocar la pérdida de la concentración del oponente.
1.2.- Kyo físico:
1. El adversario pierde el equilibrio: Hay técnicas que permiten desequilibrar al adversario para atacarlo con eficacia, cómo por ejemplo; técnicas de Ashi barai (barrido) o empujones, agarres, tirones, etc.
2. Entre movimientos (técnicas o desplazamientos): Si atacamos a nuestro oponente mientras se desplaza o en el intervalo entre dos técnicas es más factible sorprenderlo desequilibrado.
3. Hay que estudiar las técnicas pensadas para distraer o engañar al adversario (ver Sasoi waza).
2.- Maai (Distancia):
Distancia que incluye el “timing”, distancia efectiva. El concepto de distancia, de separación entre los adversarios es complejo: no se trata solamente de la pura separación espacial entre los dos combatientes, sino de la distancia que nos resulta apropiada, es decir, la distancia en la que somos eficaces en el ataque (podemos golpear al adversario) y en la defensa (podemos evitar ser golpeados por el adversario). En resumen, podemos decir que hay tres tipos de Maai:
§ La distancia física entre los adversarios.
§ La distancia efectiva individual (la mejor distancia para la ejecución de la técnica).
§ La distancia del adversario: por estimación de su capacidad, su alcance efectivo.
3.- Timing (tiempo apropiado / exacto, oportunidad):
El tercer elemento a considerar es el “tiempo” exacto de ejecución de una técnica. El “timing”, que debemos entender como el tiempo exacto de ejecución. Para resumir la cuestión, diremos que en el caso de encontrarse en una situación de combate, el principio táctico más elemental y general que se debe considerar es el estudio del momento en el que se tiene que tomar la iniciativa (SEN: literalmente significa “antes ó previo”), es decir, si nos tenemos que mover antes, después o a la vez que el adversario, en medio del combate. Básicamente, solo hay tres posibilidades:
§ Tomar la iniciativa antes del ataque.
§ Tomar la iniciativa al mismo tiempo que se produce el ataque.
§ Tomar la iniciativa después de que se haya producido el ataque.
Cada una de las posibilidades implica la utilización de un tipo de técnicas:
Antes de definir las tres circunstancias de tiempo enumeradas y sus técnicas correspondientes, hay que recordar el principio supremo del Karate-Do con respecto a la agresión: “KARATE NI SENTE NASHI”. Es decir, que el karateka nunca se plantea iniciar una agresión. Por lo tanto, cuando hablamos de tomar la iniciativa de ataque antes, nos referimos siempre a un ataque sobre un enemigo que ya se ha manifestado como tal. Atacamos a alguien de quien ya hemos pre-visto (percibido) sus intenciones agresivas y/o ataque, por lo que nuestra defensa/ataque, en realidad, es una defensa. Ahora bien, como se puede entender fácilmente, “tomar la iniciativa de ataque antes” de que un adversario se mueva para agredirnos es una habilidad cuyo dominio representa la cima de la maestría en el arte marcial: adivinar que el ataque tendrá lugar de forma inminente y abortarlo de raíz. Esta capacidad solo la han obtenido los maestros. Entender este principio de la acción “antes” de la acción implica un dominio espiritual y una estabilidad emocional extraordinarios, pero no imposibles para el resto de los practicantes de este arte marcial.
Hay que reflexionar profundamente sobre esta cuestión y tratar, como siempre, de practicar aquello que continuamente nos piden los maestros (no solo la parte física y técnica, sino aquella que esta mas allá de estos dos aspectos y que es la esencia que ejecuta karatedo a través del cuerpo).
Por otro lado, como estudiantes de un Arte Marcial, también tenemos que entrenar el papel del agresor, porque si no lo hiciéramos sería imposible practicar. Hay que hacer el papel de atacantes en el Dojo, con la máxima sinceridad posible, para poder trabajar el dificilísimo arte de la defensa personal (Goshin jutsu). Se debe tener en cuenta que la práctica que se enseña primero en un Dojo y que es más habitual durante el entrenamiento es el Go No Sen. Aprendemos a responder a un ataque con una técnica defensiva de bloqueo acompañada o sustituida por un desplazamiento hacia atrás y hacia un costado para hacer fracasar el ataque y poder realizar un contragolpe efectivo y, en la medida de lo posible, definitivo; es decir, que incapacite al agresor para persistir en su actitud hostil. Pero al mismo tiempo que el karateka estudia durante años esta táctica y concentra sus esfuerzos en aprender a reaccionar y a tratar de obtener unas técnicas defensivas cuanto más fuertes mejor –siguiendo el principio del Uké no Kimé, es decir, poseer unas defensas tan fuertes que produzcan un efecto físico y moral tan grande en el agresor que le hagan desistir –, también practica sin pausa el Katá, la columna vertebral del Karate-Do. Y conviene ser consciente del hecho de que las técnicas del Katá se ejecutan en muchos casos hacia delante, es decir, saliendo en busca del ataque para abortarlo antes de que se complete.
Por lo tanto, en el Katá, el planteamiento no es de Go No Sen, sino de anticipación. Esta aparente contradicción no lo es si reflexionamos de la siguiente manera. El ideal defensivo del Katá radica en la posibilidad de acabar con la agresión antes de que ésta se concrete. Ahora bien, se necesita una notable sangre fría y un gran espíritu para ejecutar una técnica defensiva hacia delante. Para poder hacer posible el aprendizaje, el trabajo de aplicación de las diferentes técnicas del Katá –Bunkai Kumite, Katá, Kumite–, se efectúa inicialmente retrocediendo, hasta que se alcance un grado suficiente de madurez y destreza técnica.
3.1.- Kake Waza: Ataque sin acción del adversario.
Kake waza son las técnicas que ejecutamos para atacar, con las manos (tsuki y uchi waza) o con las piernas (keri waza). Los dos puntos esenciales del Kake (del ataque) aparte de la corrección técnica de lo gestos, son que ejecutemos la técnica en el momento en que detectemos y/o provoquemos el estado de kyo de nuestro adversario y que lo hagamos sin dudar, con la máxima decisión e intención posibles.
En un arte marcial no existe el concepto de ataque “de prueba”. Una vez hemos decidido lanzar un ataque, éste debe ser ejecutado con el 100% de nuestra energía y determinación. El término japonés Kimé alude no a la fuerza, velocidad, potencia de nuestras acciones sino a la capacidad de “enfocar” todas nuestras energías en un ataque. Un arte marcial no es un juego de “puntos” sino que al descargar un golpe el practicante busca siempre el TODOME ó golpe definitivo.
3.1.1.- Shikake Waza (Técnicas de preparación).
Se utiliza el movimiento inicial para poner al enemigo en situación de Kyo, una situación más débil y más abierta para atacarlo.
3.1.1.1.- Sasoi Waza (técnicas de invitación/distracción).
Provocamos que el adversario inicie una técnica para aplicar un ataque y/o contragolpe en Sen ó Go NO Sen.
3.1.1.2.- Kuzushi Waza (técnicas de destrucción del equilibrio).
Rompemos el equilibrio físico o mental del adversario produciendo así la situación de Kyo para el Todome –golpe definitivo.
3.1.1.3.- Renzoku-Kogeki Waza.
Técnicas de ataque continuado, combinaciones; para dejar perplejo al adversario, que no tenga tiempo para reacciona en nuestra contra.
3.2.- Oji Waza: Denominamos así las acciones técnicas destinadas a dar una respuesta al ataque.
De una manera elemental, al igual que “Kake waza” es todo aquello que hacemos al atacar, podríamos decir que “Oji waza” es todo lo que hacemos al defendernos.
3.2.1.- Sen. Sen significa “iniciativa”.
Consiste en ejecutar la acción defensiva justo al inicio del ataque del adversario, efectuando un contragolpe rápido e inmediato, lo que implica sorprender al adversario en estado de Kyo al inicio de su ataque. Se puede efectuar de dos maneras:
3.2.1.1.- Kake no Sen (movimiento “pre-físico”).
Consiste en la anticipación a la intención previa al movimiento físico efectivo del adversario. En cierto modo, Kake no Sen significa “atacar la intención del ataque”.
3.2.1.2.- Tai no Sen (movimiento “físico”).
Consiste en la anticipación del movimiento físico. Una vez se ha desencadenado una acción ofensiva, la abortamos mediante una acción de ataque que se anticipa y la destruye. Recibe el nombre de De-Ai, la táctica que llevamos a término en este caso.
3.2.2.- Go no Sen. Después del ataque.
Consiste en ejecutar la técnica al final del movimiento inicial del adversario o entre dos ataques. Es decir, que en cierto sentido “esperamos” al ataque y lo dejamos llegar, pero con la firme determinación de hacer que fracase y dejar al agresor en una situación de inferioridad en su equilibrio físico y mental al ver que su ataque ha sido esquivado o parado, de manera que nos sea posible aplicar una técnica decisiva sobre él. Hay dos tipos de técnica que se utilizan normalmente en este “timing”:
3.2.2.1.- Amashi Waza.
Utilización del desplazamiento para evitar el primer ataque con la distancia. La ejecución de esta táctica exige un desplazamiento mínimo y precios hacia atrás o a los costados – evitamos ser tocados por muy poca distancia e inmediatamente a la acción evasiva encadenamos un desplazamiento hacia delante para descargar un contragolpe definitivo. La velocidad al escapar y volver es lo esencial en este caso, siendo el desplazamiento tan corto como sea posible –Yori Ashi–.
3.2.2.2.- Uke Waza.
Utilización de una técnica de bloqueo o parada, para desviar el primer ataque seguido de un contra-golpe decisivo. En función de la profundidad del ataque y de la envergadura del atacante, el desplazamiento será más o menos largo:
§ Kae Ashi, un paso completo
§ Tsugi Ashi, deslizando los dos pies
§ Yori Ashi, deslizando un solo pie
NOTA:
La información que contiene este artículo es un desarrollo de los esquemas y principios DE KUMITE, que podrán encontrar en la página Web de la INTERNATIONAL TRADITIONAL KARATE-DO FEDERATION. Hemos tratado de aclarar algunos aspectos del tema con el fin del llegar a personas no demasiado expertas en estos términos, conceptos básicos y nomenclatura, utilizados en la práctica y el estudio del Kumite.


Reglamento Examinación


En este documento se encuentran las disposiciones generales para la presentación de los exámenes de ascenso

Asociación Shotokan Ryu Kase Ha Colombia
¨Asrkh¨
Tabla de contenido
I- Introducción
II- El Examen De Karate Srkh Colombia
III- El Verdadero Significado Del Cinturón Negro
IV- Reglamento De Exámenes Srkh Colombia
Capítulo I De Las Disposiciones Generales
Capitulo Ii Del Tribunal Examinador
Capitulo Iii De La Presentación A Examen
Capitulo Iv De Las Finalidades Del Kyu Y Dan
Capitulo V De La Otorgación De Los Kyu Y Dan
Capitulo Vi De Los Exámenes De Kyu Y Dan
Capitulo Vii De Los Kyu Honorarios
Capitulo Viii De Los Requisitos Previos Al Examen
Capitulo Ix Del Tiempo Entre Exámenes
Capitulo X De La Tenencia Y Porte Del Kyu
Capitulo Xi De Las Sanciones
Capitulo Xii Vigencia Y Modificación
V- Parámetros De Ponderación Del Examen
VI- Requisitos Técnicos
Kyo Kyu –
Hachi Kyu
Shichi Kyu
Rok Kyu
Go Kyu
Yon Kyu
San Kyu
Ni Kyu
Ik Kyu
Shodan- Nidan-Sandan-Yondan
Vii - Apéndices
Apéndice I La Mecánica Del Examen
Apéndice II Ficha Del Examen
Apéndice III Facsímiles Del Acta Del Examen
Apéndice IV Sistema De Grados En El Budo Moderno
Apendice V Modelo Certificado De Rango
Apéndice VI Glosario De Términos TÉCNICOS

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miércoles, 8 de junio de 2011

La Maestria


La labor, la obra, es mucho más que una acción perfectamente realizada. Lo que subsiste tras la acción manifestándose en una forma, es lo que «perdura», por­que: es perfecta. Lo propio de una obra maestra es que no hay que añadirle ni suprimirle nada; cada detalle es necesario, porque ocupa su sitio en el conjunto. Al igual que la acción, la obra perfecta implica un dominio de la técnica, lo que, a su vez, supone larga práctica. Esta práctica es lo único que le hace al maestro madurar, permitiéndole así llegar a la obra consumada. Pero en esto también, así como en la acción el sentido de la práctica, del ejercicio, no está en el ejercicio en sí, sino en aquello a lo que, en última instancia, el ejercicio permite llegar. Sensêi Se habla de «maestro», cuando lo que se ha hecho o producido no es fruto de la casualidad, sino de la maestría. Esto supone algo totalmente distinto al simple dominio de la técnica. Es un cierto estado interior del hombre lo que prueba un verdadero saber. Pues aunque conozca una técnica, el hombre que la utiliza seguirá siendo un maestro muy limitado si su trabajo depende de su humor o de su sensibilidad. Aquel que pierde la calma o se siente turbado por alguien que le observe mientras trabaja, no es un verdadero maestro. Sólo lo es desde el punto de vista de la técnica. Pero no lo es en lo que respecta a su persona. Domina técnica que ha aprendido, pero no es dueño de si mismo. Y cuando su saber-hacer es superior a su saber-ser,... el saber-hacer puede fallarle en un momento decisivo. Ahora bien, para llegar a ser dueño de sí mismo, sólo hay una práctica, que no proporciona un saber técnico, sino que engendra cierto estado interior que es la me­jor garantía de un saber-hacer. Se trata de una práctica entendida como ejercicio interior. Lo que cuenta no es el hecho visible, sino lo que el hombre gana interior­mente. El ejercicio, comprendido así, no tiene como objeto la acción en cuanto tal, ni tampoco su resultado visible, sino la transformación del hombre. Es verdad que una acción o una obra perfectamente cumplidas, exigen como punto de partida cierto estado interior, pero, a su vez, prepararse para esa acción o esa obra es un camino que lleva a «ser dueño de sí interiormente es decir, a encarnar el SER en la existencia. El sentido de la acción o de la obra pasa así, del plano exterior al interior. No se busca un éxito concre­to, sino formar un estado de ser cuya estabilidad permi­ta también, por supuesto, obtener un resultado perfec­to, pero cuyo fin sea la manifestación del SER. Consi­derado desde esta perspectiva, 'todo arte puede constituir un medio para progresar en la «vía interior». Se com­prende así que para el Japonés, el tiro con arco, la dan­za, el arte floral, el canto, la ceremonia de té o la lucha, no son sino una sola y única cosa». Si se sitúa uno des­de la perspectiva de un trabajo terminado o, de su ren­dimiento, esta cita no tiene ningún sentido. Pero si se la concibe desde nuestro propósito, o sea, desde el pun­to de vista de la búsqueda del verdadero Sí-mismo, re­sulta obvia. Está claro que para el Japonés, todo arte y todo deporte, va más allá de la simple noción de rendimiento, de resultado concreto, externo, y que al ejercitarse,. está trabajando para lograr un «estado de ser», para devenir un hombre «completo». De hecho, cuando se alcanza este fin, haciéndose realidad la integración del SER, toda realización se hace por sí misma, sin tener la impresión de que lo que quiera que sea haya sido hecho. Se podría establecer una comparación con el modo en que la manzana, ya madura, cae del manzano, de forma natural. 

Tomado de:

Karl Graf Dürckheim. Hara Centro Vital del Hombre.